Durante siglos, las hierbas medicinales ecológicas formaban parte de la dieta natural de las personas. La salud iba de la naturaleza a la taza: se salía al exterior, se recogían unas hierbas y se hacía una infusión. Así de simple. La sabiduría, el conocimiento, era una costumbre familiar que pasaba de generación en generación.

Con la industralización, esta sabiduría permaneció en las áreas rurales más aisladas, allí donde la necesidad agudizó el ingenio, donde mujeres como las trementinaires, se encargaban de recolectar las plantas medicinales y sanar con ellas a sus vecinos. Este espíritu es el que nos mueve en Ecoherbes a la hora de seleccionar las mejores hierbas medicinales ecológicas. Queremos ofrecer salud, pero también sabor. Transmitir toda la salud y sabor de la naturaleza a la taza, por ello ofrecemos tanto infusiones ecológicas secas como frescas. De hecho, somos el único productor que comercializa infusiones ecológicas frescas.

Hemos de tener en cuenta que cuando tomamos una infusión no hemos de percibir únicamente su sabor, hemos de percibir un aroma potente, limpio, sano que nos evoque los recuerdos vividos, que active todos nuestros sentidos. En el aroma, en su sabor, hemos de percibir con claridad las propiedades de la hierba o hierbas que componen la infusión. Cuanto más fresca sea la hierba, cuanto más cercana a la naturaleza, mejor infusionará y mayor repercusión tendrán sus propiedades medicinales en nuestro organismo.

Pautas para tomar correctamente una infusión

Si tenemos la suerte de poder acceder a una infusión ecológica fresca, deberemos guardarla en la nevera o el congelador, para mantener sus propiedades, y siempre respetando la fecha de consumo preferente. Si la infusión ecológica es seca, guardarla en un envase hermético, en un lugar seco, fresco y a oscuras.

El agua preferiblemente mineral y de calidad. Imprescindible que esté a 100 ºC en el momento de infusionar, a menor temperatura las hierbas medicinales no liberaran todas sus propiedades.

La taza debería cubrirse con una tapa o platito. Si el recipiente no está a temperatura ambiente, caliéntalo bajo el grifo para evitar que al entrar en contacto con el agua, ésta se enfríe y pierda temperatura.

El tiempo de infusión está en función de la hierba medicinal, pero varia entre los 6 y 12 minutos.

Si la tomas sin edulcorante, percibirás todo su esplendor, todos sus sabores. Una buena infusión no precisa de ningún edulcorante, si aún así eres de las personas que necesitan notar un sabor dulce, te recomendamos que utilices la miel.

Antes de probarla, espérate que haya bajado algo la temperatura. Puedes aprovechar para disfrutar de los aromas que desprende, cerrar los ojos y empezar a saborearla poco a poco, en pequeños sorbos. Saborea la infusión en todo el paladar, concéntrate en identificar los sabores, vuelve a oler la taza y busca los aromas retronasales.