Membrillo, calabaza, boniatos, setas, coles… con el otoño nuestros platos se tiñen de colores intensos que agradan la vista y halagan el paladar. Si utilizas frutas y verduras de temporada en tu cocina, ¡resalta el sabor de tus platos otoñales con las hierbas aromáticas!

A continuación te presentamos las más adecuadas para este período del año, por sus propiedades, sabor y por los beneficios que aportan a nuestra salud.

Orégano: esta hierba se asocia comúnmente a la cocina mediterránea por su largo empleo en platos de todo tipo, desde la pizza hasta el aliño para verduras al horno. Existen diferentes variedades de orégano y su utilizo ya era muy difundido en la antigua Grecia, donde se pensaba que había sido creado por la diosa Afrodita como símbolo de la felicidad. Tomado en infusión tiene propiedades excelentes: es digestivo, tonificante y antiespasmódico.

Tomillo: es una hierba insustituible para los chefs. Su aroma fuerte y concentrado es versátil y se combina perfectamente con distintos tipos de alimentos. Carne, pescado, verduras frescas o cocidas, sopas y hasta postres o licores tienen el tomillo como ingrediente principal. En fitoterapia se considera un antibiótico natural por su acción antifúngica y bactericida. Entre sus principios activos destacan los aceites esenciales, la vitamina C y los flavonoides.

Poleo blanco: te hemos hablado detenidamente de esta planta y sus propiedades en el post de la infusión del mes de octubre. En cocina destaca por su aroma balsámico y mediterráneo, perfecto para condimentar sopas, rellenos y verduras.

Laurel: diurético, carminativo, antiséptico, sudorífico y expectorante. Estas características deberían ser suficientes para que nos enamoremos de esta planta, especialmente en esta estación. Si a las propiedades añadimos el sabor dulce y aromático, el resultado es una hierba ideal para nuestros platos de otoño. El laurel combina perfectamente con sopas, verduras y carne, pero sobre todo estofados a base de legumbres y platos de caza.

Salvia: esta hierba la encuentras fresca durante todo el año. Sus hojas aterciopeladas son inconfundibles, así como su sabor: aromático y levemente amargo. El nombre de esta planta viene del latín y significa “curar”. Ya en pasado se utilizaba tanto por sus propiedades diuréticas, digestivas y astringentes, como por su sabor único para acompañar platos a base de carne. Se puede utilizar prácticamente en cada tipo de preparación culinaria: arroces, estofados, carnes, pescado, pasta y para la elaboración de licores de hierbas. Entre las verduras, la calabaza es de las que mejor combinan con la salvia.

Hinojo: en otoño la planta de hinojo ya casi ha cumplido su ciclo y nos ofrece sus semillas. De esta planta se puede aprovechar todo: raíces, tallos, hojas y semillas. Tiene propiedades diuréticas y carminativas y además es un expectorante muy eficaz. Se utiliza para la preparación de platos de carne, pescado y para condimentar verduras y aceitunas.

¿Ya tienes estas hierbas aromáticas en tu cocina? Si también quieres dar un toque de picante a tus recetas, la pimienta de Cayena es otra especia perfecta para esta temporada. Ayuda a calentar el cuerpo y contiene una buena dosis de vitamina C que ayuda a reforzar el cuerpo y prevenir dolencias de temporada.