Hoy queremos recordar y rendir homenaje a nuestras precursoras, las Trementinaires, unas mujeres nómadas y sabias que a través de las plantas  medicinales, curaban todos los males. Gracias a ellas, se ha preservado la sabiduría de las plantas medicinales

Las Trementinaires vivían en el pirineo catalán, en el valle de Lavansa y Tuixent. provincia de Lleida, en un territorio muy accidentado geográficamente, con grandes desniveles y alturas. Mientras en otras zonas del Pirineo se había evolucionado con respecto a la industrialización, el valle seguía funcionando con su propia economía de autosuficiencia.

En este contexto, las mujeres de familias pobres buscaron nuevas maneras de obtener ingresos complementarios para el hogar y así surgió el oficio de trementinaire. Se las definía como mujeres sabias, curadoras de todos los males, nómadas que andaban por el mundo. Gracias a su conocimiento de las plantas, transmitido de generación en generación de forma oral.

Salían a vender sus remedios una o dos veces al año, en viajes que duraban de cuatro a diez meses., siempre respetando las fiestas de Navidad y Pascua, que celebraban con su familia Partían del pirineo de Lérida y recorrían largas rutas hasta la costa, llevando consigo los secretos y las hierbas de alta montaña que no llegaban a esas zonas.

trementinairesLas Trementinaires viajaban en pareja, normalmente compuestas por una vieja y una joven aprendiz y no necesariamente debían tener una relación de parentescoPrevio al viaje debían subir a las montañas para buscar y recolectar las plantas medicinales, para luego clasificarlas y secarlas. En su equipaje llevaban siempre una pequeña balanza, unas latas de aceite colgadas a la cintura y una gran bolsa de cáñamo llena de bolsas más pequeñas de hierbas medicinales.

Preferían visitar zonas rurales y no mercadillos, caminando entre las montañas, siguiendo las rutas del ganado, visitando masías. Establecían una relación personal y directa con la gente a la que le vendían sus productos. Como cada año hacían la misma ruta, estas mujeres que curaban todos los males tanto de personas como de animales, eran esperadas y acogidas por sus clientes, y muchas veces estas se quedaban a dormir en sus casas.

 

El último viaje de las Trementinaires

Con la apertura de rutas hacia la valle de Lavansa y Tuixen, empiezan a crecer los pueblos y se abandona la economía de subsistencia. Con la Guerra Civil, la montaña se vuelve peligrosa y el desarrollo de la medicina científica hizo que el oficio fuera desapareciendo.

En 1982 se hizo el ultimo viaje de las trementinaires . Lo realizó Sofía d´ Ossera junto a su compañero Miquel, único hombre que ha realizado el oficio.

Si bien el oficio como tal ya no existe, los que nos dedicamos al cuidado y recolección de hierbas medicinales nos sentimos llenos del espíritu “trementinaire”, como ellas, deseamos ofrecer salud natural a nuestros vecinos.

 

A finales de mayo se celebra en la Vall de Llansa i Tuixent la Fiesta de les Trementinaires. Aquí tienes más información.