El mes de febrero es el período ideal para la siembra de diferentes especies de plantas aromáticas, medicinales y culinarias. Si tienes un jardín o tienes pensado dedicarte a cultivar un pequeño huerto urbano, es probable que ya te hayas puesto manos a la obra y te hayas encontrado con la primera duda: ¿qué tipo de semillas cultivar? En este artículo, te explicamos por qué en Ecoherbes hemos elegido las semillas ecológicas y qué diferencia hay entre semillas tradicionales e híbridas.
Semillas híbridas
El término híbrido se utiliza en biología para definir un organismo (animal o vegetal) “procedente del cruce de dos organismos por la reproducción sexual de razas, especies o subespecies distintas, o de alguna o más cualidades diferentes”.
Los organismos híbridos, en la mayoría de los casos, tienen en común la característica de ser estériles. En otras palabras, si cultivas semillas híbridas en tu huerto, de nada servirá recolectar las semillas que produzcan tus plantas, ya que no serán capaces de dar vida a nuevas generaciones, o al menos no con las misma características.
Existen semillas híbridas de tipo F1, obtenidas cruzando dos plantas de variedades diferentes y de tipo F2, resultado del cruce de dos plantas F1.
En algunos casos, las semillas híbridas suelen ser tratadas con productos químicos para la conservación y no son aptas en agricultura ecológica.
Semillas tradicionales
La palabra «tradicional» se refiere a aquellas semillas procedentes de cultivos locales, herencia de un tipo de agricultura tradicional y típica de una zona geográfica concreta. La característica de este tipo de semillas es generar plantas que con el tiempo han desarrollado una particular resistencia a las condiciones climáticas de la región de donde proceden.
Utilizar semillas tradicionales es una buena forma de garantizar la biodiversidad de las especies y obtener una cosecha sin duda sabrosa.
Semillas ecológicas
Las semillas ecológicas son semillas no tratadas, procedentes de plantas ecológicas, que a su vez no han sido tratadas con fertilizantes o pesticidas tóxicos.
Otra característica de estas semillas es la absoluta ausencia de modificaciones genéticas practicadas por el hombre, sino que son así cómo se encontrarían en naturaleza.
Dentro de esta categoría se incluyen las semillas tradicionales no tratadas. Para distinguirla de las semillas tratadas o híbridas, en el paquete tienen que aparecer los sellos de Agricultura Ecológica.
Ventajas de utilizar semillas ecológicas
Cultivar semillas ecológicas de especies típicas de tu zona geográfica te trae muchos beneficios:
- Las semillas ecológicas producen generaciones fértiles y podrás aprovechar las semillas una y otra vez. Además, salen más rentables que las variedades híbridas, cuyo precio suele ser más alto por el trabajo que conlleva producirlas en laboratorio.
- Las cosechas suelen ser más sabrosas (aunque quizás no tan abundantes como en el caso de cultivos de híbridos) ya que el cultivo ecológico posee más variedades.
- Ahorro en los cuidados del huerto, ya que no tendrás que invertir en abonos o fertilizantes, sobre todo si se trata de un pequeño huerto urbano.
- Podrás consumir hierbas y hortalizas orgánicas para tus infusiones y recetas.
Otro punto a favor de la agricultura ecológico es el fomento de la biodiversidad. Con tu huerto y tu trabajo, estarás contribuyendo en el salvaguardar especies y variedades típicas de tu región también para las generaciones futuras.